Aunque los efectos del nearshoring se reflejarán en la aportación del 0.3% en el crecimiento económico de México para este 2023, este fenómeno “no será una panacea” porque se requiere de ciertas reformas estructurales y Estado de derecho para detonar su potencial, dijo Gabriel Casillas, economista en jefe para Latinoamérica de Barclays.

“Del 2.5% o más que vayamos a crecer este año, al menos 0.3 viene ya del nearshoring porque se refleja en la construcción y el año que entra, pensamos que nos puede dar 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB)”, dijo en conferencia.

A largo plazo, en los próximos ocho o 10 años, su contribución podría ser mayor, entre cuatro a cinco puntos porcentuales por la participación del mercado de las importaciones de Estados Unidos.

El economista en jefe para Latinoamérica en Barclays puntualizó que el sector construcción es el mayor beneficiado por las inversiones del nearshoring -fenómeno por el cual las empresas extranjeras están trasladando su producción a México para estar más cerca del mercado de Estados Unidos- y en menor medida el de manufactura, aunque estima que este último se podrá ver hasta el año 2025.

“Con el nearshoring la gente quiere pensar que vienen las empresas y automáticamente la producción de manufactura sube y eso no pasa. Para que venga la empresa hay que construir desde los parques industriales hasta los edificios, todas líneas de producción, y entonces ya empiezan a producir algo de manufactura, donde estamos viendo el beneficio del nearshoring es en construcción”, subrayó.

No obstante, Gabriel Casillas resaltó que para que México logre el potencial de crecimiento económico de 5.0 o 6.0%, el nearshoring por sí mismo no será la alternativa.

“Para que sea sostenible creo que México necesita dos cosas: que el sector energético funcione con lógica de mercado. Toda la economía funciona con lógica de mercado salvo el sector energético”, dijo.

El segundo punto, agregó es que “se mejore el Estado derecho que implica mínimo tres cosas: dignificar la profesión policiaca, aumentar el número de jueces, tenemos de los 16 en promedio del mundo, nueve en Latinoamérica, en México tenemos 3 jueces por cada 100 mil habitantes y tres mejorar la parte carcelaria donde más del 50% de la población carcelaria, no ha recibido sentencia”.

De cara al cambio de gobierno, para el próximo año, Gabriel Casillas consideró que sobre este tema, la nueva administración federal enfrentará el reto de proveer la infraestructura eléctrica y agua necesaria para seguir atrayendo a las empresas extranjeras.