En una colaboración sin precedentes, Ralph Hogenbirk, también conocido como Shaggy FPV, junto con un equipo de ingenieros neerlandeses y Red Bull Advanced Technologies, han desarrollado el dron más rápido del mundo, diseñado específicamente para seguir y grabar al monoplaza RB20 de Oracle Red Bull Racing pilotado por Max Verstappen y el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez.
Este dron, apodado Rocket Drone, representa un salto significativo en la innovación y la tecnología de drones, superando los límites de lo que se pensaba posible en la cinematografía deportiva.
Con una carrera en el diseño y pilotaje de drones que se extiende por una década, Hogenbirk ha superado su propio récord al construir una máquina voladora personalizada capaz de emparejar el ritmo del RB20, un vehículo que simboliza la cúspide de la ingeniería en la Fórmula 1.
Este proyecto, que tomó un año de desarrollo meticuloso, comenzó como un concepto en el taller de Hogenbirk en Eindhoven, Países Bajos, y se materializó gracias al acceso a la experiencia y los recursos de Red Bull Advanced Technologies.
Esta colaboración permitió la creación de carenados aerodinámicos ligeros y brazos estructurales de montaje de motor, reduciendo la masa total del dron en un 10%, una innovación clave para su rendimiento excepcional.
El dron fue sometido a numerosas pruebas, incluyendo vuelos tras los autos RB8 y RB19 pilotados por Liam Lawson y David Coulthard, respectivamente. Estas pruebas demostraron no solo la capacidad del dron para seguir de cerca a los vehículos de F1 a velocidades superiores a 300 km/h, sino también su potencial para transformar la experiencia de visualización de las carreras.
Coulthard expresó su entusiasmo por el proyecto, destacando cómo la proximidad del dron al auto de carreras inmersa a los espectadores en la velocidad y la emoción de la Fórmula 1 de una manera nunca antes vista.
Sin embargo, esta innovación viene con sus desafíos, principalmente en lo que respecta a la duración de la batería. Mientras que un dron de consumo promedio puede volar a 60 km/h con una duración de batería de 30 minutos, el Rocket Drone, debido a las exigencias de aceleración y desaceleración rápidas para seguir el RB20, ve su batería limitada a aproximadamente 3 minutos de vuelo. A pesar de esta limitación, el resultado es una herramienta cinematográfica capaz de capturar imágenes de carreras de Fórmula 1 con una intensidad y perspectiva sin precedentes.
Este dron no solo marca un hito en la tecnología de drones y la cinematografía deportiva sino que también destaca la continua búsqueda de innovación por parte de Red Bull y su equipo de Fórmula 1. Con el apoyo y la visión de ingenieros y pilotos, el proyecto establece nuevos estándares en la forma en que vemos y experimentamos el deporte motorizado, prometiendo llevar la cobertura de la Fórmula 1 a nuevas alturas literal y figurativamente.
El piloto del dron utilizó un controlador de radio y gafas para una vista de baja resolución desde la perspectiva del dron, ajustando simultáneamente el ángulo de la cámara con un pedal para capturar tomas fluidas del RB20 a más de 300 km/h. Esta innovación promete transformar cómo los espectadores experimentan las carreras de Fórmula 1, ofreciendo una inmersión y una comprensión de la velocidad y la precisión de estos vehículos de una manera completamente nueva.
La colaboración entre ingenieros, pilotos y especialistas en tecnología de drones destacada en el vídeo demuestra un avance significativo en la cinematografía deportiva y subraya el compromiso continuo de Red Bull con la innovación y la mejora de la experiencia de los aficionados a la Fórmula 1.